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PUENTES ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE

Por Juan Carlos Crespo de la Rosa

Publicado el 17/04/2024


Las diferencias entre Oriente y Occidente: Una mirada desde la perspectiva del mundo occidental





El contraste entre Oriente y Occidente es una dicotomía que ha intrigado a filósofos, historiadores y sociólogos durante siglos. En este artículo, exploraremos algunas de las diferencias fundamentales entre estas dos culturas, centrándonos especialmente en las raíces y valores del mundo occidental, con un enfoque en el origen celta y su influencia en la península ibérica.


Origen Celta y la búsqueda de libertad

El mundo occidental, Roma encuentra en Hispania dos comunidades, una la Celta, sinónimo de Galos y galas, Gallardo, con primer rey Gerión en una bética occidental con unas 200 ciudades. Se expande con sus raíces en camino de trashumancia hacia el norte y por una ruta bautizada siglos después como ruta de la plata, hacia Galicia, Cantabria, país vasco y Asturias, bretones unos asilado y otros atraviesan los pirineos se expande en la tierra de los galos franceses y llegan a una gran isla dando el país de Gales y suben hacia los bretones escocéses, han sido históricamente un crisol de libertad y autonomía.

De otro lado los pueblos Iberos mas en las zonas orientales de Hispania no solo practicaban un comercio vibrante, sino que también abrazaban un sentido de sometimiento y menor resistencia ante la invasión Romana extranjera. Este espíritu se manifestó en la preferencia por el término "península ibérica" en lugar de "Celta", reflejando la resistencia de estos pueblos contra la conquista romana que tardó casi dos siglos en completarse.


Culto a las Diosas y el papel de la mujer

Una distinción notable entre Oriente y Occidente radica en las creencias religiosas. Mientras que en muchas culturas orientales,  predominan en China el secreto del cultivo de la vida reflejado en el Yanngsheng Zhu. “La necesidad de estar en armonía con la naturaleza o Dao” las leyes del TAO, el hábil mono,  junto a los 8 inmortales y el papel de la  mujer.

Confucio, estableció la posibilidad de ser feliz con cinco relaciones, tres verticales y dos horizontales. La tres verticales que no eliges: el lugar de nacer, los padres, y cuando llegas hay otro en le ración hermano mayor y hermano menor. Por ello tres verticales que vienen dadas, y dos horizontales donde tú eliges en tu libre albedrio, amigo –amigo y llevado a la elección de la pareja con quien comparte la existencia.

En  el mundo Celta y Galo, no hay dioses, sino diosa tenía un papel central. Las mujeres, a menudo entraba en el oráculo, actuaban como intermediarias entre el mundo terrenal y las deidades femeninas, transmitiendo mensajes importantes como la prohibición de entrar en guerra hasta la luna llena. Esta valoración del papel femenino como puente con lo divino contrasta con las estructuras patriarcales predominantes en muchas culturas orientales. Siendo hasta en las chirigotas de Cádiz, reciente aquellas comparsa de: en mi casa manda mi mujer, como tradición retenida en el tiempo Árabe, de la Bética al Al-andaluz. Con un enfoque distinto de la mujer, y la conquista de Fernando III apodado el Santo por traer 27 Vírgenes en plata de similar tamaños con una luna, símbolo del Islam, a los pies y un niño crecidito en el brazo, que pertenecen hoy a todas las romerías de estas áreas culturales, convirtiendo en tierra Mariana, la deidad femenina cristiana, La madre de Dios.

Vínculo con la gastronomía y la identidad colectiva

El apego a la gastronomía, especialmente al cerdo, es otro rasgo distintivo del mundo occidental, arraigado en su legado celta o galo, cuyo tratamiento mutuo era el Regalo. La domesticación del jabalí y su transformación en Sancho o guarro ha dejado una marca indeleble en la apetencia gastronómica de estos pueblos.

Así como el sistema de guerrilla del llamado hombre bragado, el pantalón celta, una piel de cordero en forma de dodot, para quitar miedo a ese rival indetectable con cuerpo de barro y ramas, el romano hace que la ropa intima de la romana se denomine braga. “Un guerrero bragado, pero si eso es lo lleva mi mujer” ante la centuria romana, sorprendida, antes de formar con sus parapetos la Tortuga, imagen de defensa militar. Eran asaltados por los que estaban con una pócima de combate del druida hechas con Viscum Album y Muérdagos que daban el impulso necesario al Celta pacifico para poder abrir con su hacha de doble filo el casco del romano que llevaba puesto.

Esta impronta se ha transmitido a través de generaciones, extendiéndose incluso a regiones como América Latina, donde comunidades como la portuguesa en el Algarve mantienen fuertes lazos con esta tradición culinaria, de libertad e independencia y de guerrilla de otros tiempos.

Sin embargo, este énfasis en el yo también ha traído consigo desafíos. La priorización del interés personal sobre las leyes naturales y la comunidad puede llevar a un aumento de la envidia y la insatisfacción. La falta de valoración de lo colectivo y la constante comparación con los demás pueden erosionar la felicidad y el bienestar emocional.

Sin embargo, en las décadas posteriores, han sido capaces de superar estas divisiones y desarrollar una relación diferente

En conclusión, estas diferencias entre Oriente y Occidente, vistas desde la perspectiva del mundo occidental con sus raíces celtas, galas y gallardas, ofrecen un fascinante panorama de valores como la libertad, el culto a las diosas, la gastronomía y el individualismo. Si bien estos rasgos han contribuido a forjar una identidad única, también plantean desafíos en términos de equilibrio entre el yo y la comunidad, y la búsqueda de la felicidad y la satisfacción duraderas.


Occidente y Oriente: Tejiendo Puentes para un Futuro Prometedor

En Oriente, desde una edad temprana, se inculcan valores de trabajo en equipo y respeto hacia el colectivo. Estos principios refuerzan una ética saludable, que a menudo se entrelaza con las enseñanzas del pensamiento taoísta y confuciano. En contraste con esto, el mensaje proactivo del confucianismo, "Haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti", contrasta con la pasividad del mensaje del Nuevo Testamento “No le hagas a los demás lo que no quiera que te hagan a ti”. Estas diferencias aunque sutiles, han influido en el desarrollo de las últimas décadas tanto en Oriente como en Occidente.

El enfoque proactivo del pensamiento oriental, como el de Confucio, resalta la importancia de tomar la iniciativa para tratar a los demás con respeto y consideración. Esta mentalidad fomenta la colaboración y la construcción de relaciones sólidas en la sociedad. Por otro lado, el mensaje más pasivo del Nuevo Testamento enfatiza la abstención de acciones negativas hacia los demás, pero puede carecer del impulso proactivo para promover activamente el bienestar y la armonía en las relaciones interpersonales.

 Individualismo y la evolución del "yo"

 El desarrollo histórico del mundo occidental ha fomentado un fuerte sentido de individualismo, expresado en el lenguaje y la cultura. La evolución del "yoismo", marcada por expresiones como "yo, me, mi, conmigo", refleja una búsqueda centrada en el individuo y su autonomía. Este enfoque ha permeado incluso en la esfera comercial, con marcas como IrYo o Yoigo capitalizando en el reclamo del yo como centro de atención.

La igualdad y la justicia son otros aspectos en los que Occidente y Oriente pueden encontrar puntos de convergencia. Ambas tradiciones valoran la equidad y la protección de los derechos individuales, aunque pueden abordar estos principios de manera diferente. Al reconocer y respetar estas diferencias en enfoques, las sociedades pueden trabajar juntas para crear sistemas que promuevan equilibrio y desarrollo a ambas partes.

Estas diferencias filosóficas y culturales se han reflejado en el desarrollo histórico de Occidente y Oriente. Sin embargo, en el mundo actual, donde la interconexión global es más evidente que nunca, es crucial tejer puentes entre estas dos perspectivas para construir un futuro más prometedor.

El comercio internacional es un área donde estas diferencias se vuelven especialmente relevantes. La colaboración en el comercio requiere un equilibrio entre el enfoque proactivo oriental y el enfoque más pasivo occidental. Es necesario tanto actuar para promover el bienestar mutuo como abstenerse de acciones que puedan dañar a otros. Esta síntesis de enfoques puede conducir a relaciones comerciales más equitativas y beneficiosas para todas las partes involucradas, la igualdad y la justicia para todos.

La necesidad de trabajo en equipo y colaboración también ha sido evidente en el pasado, especialmente en Europa. Durante el siglo pasado, dos potencias europeas, Francia y Alemania, se enfrentaron en dos guerras devastadoras, actualmente con una colaboración mutua. Hoy en día, es impensables  que ambos países se enfrente nuevamente en conflictos armado, los niveles de cooperación y comprensión son más intensos. En cambio han evolucionado hacia una relación de madurez y cooperación, reconociendo una mayor fortaleza juntos y pueden logran más que por separados.

El futuro de la humanidad depende de nuestra capacidad para aprender de las diferencias culturales y filosóficas, y para encontrar formas de colaborar y trabajar juntos hacia objetivos comunes. Al tejer puentes entre Occidente y Oriente, podemos construir un mundo más inclusivo, justo y próspero para las generaciones futuras.  

Los puentes entre Oriente y Occidente, tanto físicos como simbólicos, representan una conexión vital entre dos culturas, geografías y formas de pensar que han evolucionado de manera independiente a lo largo de la historia. Estos puentes no solo abarcan la infraestructura física, como las carreteras y los ferrocarriles, sino también los intercambios culturales, comerciales y políticos que tienen lugar entre estas dos regiones del mundo.

Desde tiempos antiguos, la interconexión entre Oriente y Occidente ha sido fundamental para el desarrollo humano. La Ruta de la Seda, por ejemplo, fue una red de rutas comerciales que conectaba Asia con Europa y África, facilitando el intercambio de bienes, ideas y culturas entre estas regiones distantes. Hoy en día, los puentes entre Oriente y Occidente continúan desempeñando un papel crucial en la promoción del comercio internacional, la cooperación diplomática y el entendimiento intercultural.

Uno de los objetivos principales de estos puentes es fomentar la cooperación económica entre Oriente y Occidente. Las inversiones en infraestructura, como la construcción de puertos, aeropuertos y líneas ferroviarias, facilitan el comercio transcontinental y promueven el crecimiento económico en ambas regiones.

Además, la colaboración en áreas como la tecnología, la energía y la investigación científica puede conducir a avances significativos que beneficien a la humanidad en su conjunto.

Otro objetivo importante es promover la comprensión mutua y el diálogo entre las culturas orientales y occidentales. A través del intercambio cultural, la educación y el turismo, las personas tienen la oportunidad de aprender sobre las tradiciones, los valores y las creencias de los demás, lo que puede ayudar a superar los prejuicios y construir puentes de entendimiento y respeto mutuo.

En resumen, los puentes entre Oriente y Occidente son fundamentales y cargados de historia,  para promover la cooperación, el desarrollo y la comprensión mutua en un mundo cada vez más interconectado. Al trabajar juntos para superar las diferencias y aprovechar las oportunidades comunes, estas dos regiones pueden construir un futuro más próspero y pacífico para todos.

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