LA EMPRESA AUTOMOTRIZ CHINA CHERRY SE INSTALA EN BARCELONA
Por Pedro Barragán
Publicado 24/04/2024
España ha sabido jugar su infraestructura industrial automovilística y su capacidad logística para atraer la inversión.
Estos días hemos conocido la decisión del fabricante de automóviles chino Chery de instalarse en la Zona Franca de Barcelona. Este aterrizaje se produce de la mano de la española EV Motors, propietaria de la marca Ebro, con quien la china Chery ha establecido una joint venture para este proyecto. Omoda es la marca escogida por este fabricante para ser producida en la Zona Franca de Barcelona. Se producirá la versión eléctrica del Omoda 5, un SUV de tamaño medio. Los fabricantes chinos tienen claro el potencial existente en España y Europa para el desarrollo de los coches eléctricos. Pero, en cualquier caso, Chery producirá coches eléctricos en Barcelona pero venderá también vehículos de gasolina e híbridos.
¿Quien es Chery?
Chery Automobile Co., Ltd., fundada en 1997, es una marca de automóviles global procedente de China. Se encuentra presente en más de 80 países y regiones, habiendo alcanzado en 2023 unas ventas anuales de 1.881.316 unidades, lo que representa un crecimiento interanual del 52,6%, que supera la tasa de crecimiento de la industria. Es el mayor exportador de vehículos de China, habiendo alcanzado en 2023 la cifra de 937.148 vehículos, lo que representa un crecimiento interanual del 101,1%. El número de clientes que conducen coches por el mundo fabricados por esta empresa alcanzan los 11 millones. Pero lo que hace más peculiar a Chery es su apuesta decidida por el I+D, con centros propios en China, Alemania, Estados Unidos y Brasil que dan empleo a más de 5.500 personas, estableciendo una tecnología completa y un sistema propio de investigación y desarrollo de productos.
España en la vanguardia europea
La apertura de una fábrica de automóviles eléctricos chinos en España refleja la globalización y la interconexión de la economía mundial. Esta asociación no solo implica la transferencia de tecnología y conocimientos entre China y Europa, sino que también tiene implicaciones importantes para el empleo y la economía local de Cataluña. Por un lado, la llegada de esta nueva fábrica va a generar empleo en la región, tanto directa como indirectamente, a través de la cadena de suministro y los servicios asociados. Además, este nuevo fabricante fortalece la posición de España como un centro de fabricación automotriz competitivo a nivel internacional, lo que potencialmente atraerá más inversiones y colaboraciones en el futuro. Desde el punto de vista económico, esta asociación tendrá un impacto significativo en el comercio bilateral entre China y España, así como con otros países europeos. La apertura de esta fábrica va a facilitar el acceso de los fabricantes chinos al mercado europeo, al tiempo que proporciona a España una mayor diversificación en su base industrial. España es ya el receptor de fabricas como las de Peugeot, Opel, Citroen, VolksWagen, Renault, Ford y otras y la industria automotriz es nuestra principal industria exportadora que se dirige fundamentalmente a la Unión Europea. España es el candidato ideal para albergar a los nuevos fabricantes chinos de vehículos eléctricos. Y ha tenido la habilidad de acoger a los nuevos inversores sobre la base del mutuo beneficio y buscando el desarrollo económico, al margen de los prejuicios geopolíticos que empiezan a desglobalizar el mundo. Cualquier posible crítica de algún socio europeo tan solo podría ser considerada como la propia desilusión ante la codiciada posición de España.
