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Jack Ma ¿Héroe o villano? Auge y caída en desgracia del héroe

Actualizado: 26 sept 2023


Por Christian Careaga*


Publicado el 3/08/2023


Cuando la República Popular China se convertía en una potencia nuclear, en 1964, llegaba al mundo, en la ciudad de Hangzhou, Ma Yun, posteriormente conocido como Jack Ma. De niño aprendió inglés para mostrar su ciudad a los viajeros americanos. Una turista lo rebautizó un día con su actual nombre universal.


Su vertiginoso ascenso hacia la fama


Siendo joven se hizo profesor de inglés en la universidad de Hangzhou, ganando un sueldo de 10 dólares al mes. También dio clases de comercio internacional. Más tarde se matriculó en la Escuela de Negocios de Cheung Kong con sede en Beijing (CKGSB), en donde se graduó en 2006. Quince años más tarde, en 2021, su fortuna personal se estimaba en 48.000 millones de dólares. La meteórica carrera de Jack Ma hacia la fama y el oro es digna de no ser nunca olvidada.



Jack Ma


En los años 90 Jack Ma crea una empresa de traducción, viaja a los EE.UU. y entra por primera vez en contacto con internet. Cinco años más tarde funda China Page, que cierra dos años después. Es en 1999 cuando constituye junto a otras 17 personas la sociedad mercantil Alibaba, como entidad especializada en comercio digital, para dar servicios a empresas con el fin de facilitar la venta de sus productos.

El fulgurante éxito de esta compañía atrae en 2005 a la firma americana Yahoo, la cual adquiere el 40% de las acciones del grupo por 850 millones de euros. Para entonces el grupo había fundado Alipay (medios de pago a través del móvil) y Taobao (páginas de subasta). Estas últimas, facilitaban los negocios de bienes de consumo, ofreciendo una plataforma para que las empresas y empresarios individuales abrieran tiendas en línea que abastecieran a los consumidores del Imperio Celeste y del extranjero.

El gigante Alibaba –cuyo nombre recuerda el cuento de las Mil y Una Noche- sale a bolsa en Wall Street en 2014 y recauda 21.000 millones de euros, una cifra que deja pálida a cualquier otra colocación de la bolsa neoyorkina. Para entonces, la empresa liderada por Jack Ma tenía unos 280 millones de usuarios de comercio electrónico en 190 países. La capitalización bursátil de Alibaba alcanzaba en setiembre de 2014 los 231.000 millones de dólares y la firma controlaba el 80% del comercio electrónico del Imperio Celeste. ¡No es asombroso!


El pensamiento y las lecciones del magnate chino


El joven Jack Ma no solo se dedica a los negocios, sino también le gusta leer a autores como al empresario filántropo Andrew Carnegie, famoso por dar consejos a terceros sobre su experiencia empresarial, el cómo hacerse rico, la bondad de la filantropía, la importancia de la cooperación, así como sobre los valores del éxito y la responsabilidad. Influyen en sus ideas otro magnate de la industria del automóvil, como lo fue Henry Ford o las obras del escritor Napoleón Hill, sobre autoayuda y superación. El pensamiento empresarial de Jack Ma proviene asimismo de otras lecturas encaminadas a resolver conflictos, sean corporativos o personales, cuando no medita sobre una tercera vía vital de tipo espiritual.

Quizás su consejo más conocido sea: “Aprende de los errores de los demás”. Y no duda en advertirnos: “Cambiar nosotros es más fácil que cambiar al mundo”. Cambia tus costumbres. Haz crecer tu mente, tus valores.

Se fija en las reflexiones de Steve Jobs: “Cuando el esfuerzo se convierte en una costumbre, el éxito se convierte en una constante” y afirma que tenerse autocompasión es una mala costumbre. No nos quejemos de lo miserable de nuestra vida. Debemos comenzar por no sentir lástima de nosotros mismos y no hemos de buscar culpables por las cosas que nos suceden.

Nadie quiere una persona a su lado diciendo “Todo (el trabajo, los ingresos, la casa, las amistades…) puede convertirse en un problema”.


Jack Ma, fundador de Alibaba fue profesor invitado en la Universidad de Tokio


Nos advierte: “No dejes las tareas para después” ... No te distraigas con las redes sociales, pues frecuentemente perderás tus oportunidades por no cumplir un horario o por no atender tus compromisos.

Nos recomienda no olvidar qué queremos ser y nos señala: “No pongas al dinero, al estatus social, a la seguridad y a la estabilidad por delante de tu felicidad”. Si vas a ser zapatero, debes de ser el mejor. Ése es el camino hacia el éxito personal y la riqueza.

El que gasta antes de ganar, ése es pobre”. Lo más probable es que nunca llegue a alcanzar la estabilidad económica. Gastar antes de ganar, gastar sin control, comprar caprichos sin mesura y pensando en que es lo que le corresponde a su nivel social es el camino al endeudamiento y a la pobreza. Si no te alcanza el dinero, entonces te ha llegado la hora de cambiar algo en tu vida.

Siente aversión ante la costumbre de no tomar acción y sentencia: “No proyectes en el aire. Piensa en qué quieres lograr y en que lo vas a cumplir”. Focalízate en ti y busca la mejor versión de ti mismo. Controla la envidia, pues te lleva a la insatisfacción.

Opina que “puedes llegar a donde deseas, si lo haces con esfuerzo e inteligencia”. “Si otros pudieron… tú también puedes”.

Como excelente empresario sabe que “si no influyes, no convences y no tendrás resultados”. Mas como persona espiritual nos anima a hacer crecer nuestra cultura y valores. Así sentencia: “la sabiduría te lleva al éxito”.

E insiste: “Aprende de los errores de los demás, no aprendas de sus éxitos, pues te enfrentarás a esos errores”.

Frecuentemente comentaba su admiración por “Forrest Gump”, un personaje de un coeficiente intelectual bajo capaz de superar grandes obstáculos. Al fin y al cabo, nuestro destino se define por cómo gestionamos los elementos del azar que aparecen en nuestras vidas.

Curiosamente, afirma en sus conferencias: “Tus creencias son importantes. Éstas no son innatas. Puedes neutralizar tus creencias obsoletas”. ¿Por qué haces algo? ¿Qué razones o motivos te impulsan a desear lo que quieres?

Como bien percibió en sus lecturas sobre las estrategias a emplear para gestionar una empresa, Jack Ma nos anima: “Organízate. Ten un plan de vida, de acción. Conecta tus sueños con la realidad”.

Todo lo leído sobre la teoría de los negocios lo tiene bien asimilado: “Vender es solucionar problemas”. Sé perseverante. Cualquier economía se basa en el equilibrio: en que no se gaste más de lo que se gana. Mantén una vida financiera controlada.

Mas no es un vendedor de humo o de chatarra. Cree en el poder de la integridad. Lo que se levanta sobre materiales frágiles, siempre se vendrá abajo. Es espectacular cuando nos aconseja: “Vive de tal manera, que, si alguien hablara mal de ti no le creyeran”.

Como gran emprendedor cree en el poder de la fe, la cual para él es certeza sin evidencia, pues ningún logro grande se ha alcanzado siguiendo lo razonable.



Para nuestro héroe, “la caridad es indispensable”. El flujo del dar y recibir. La abundancia nace de ti. Lo que no das te lo quitas a ti mismo.

Es claro al explicar la regla primera de la administración de una empresa: “Obtienes aquello en lo que te enfocas. Ten una idea y procura alcanzarla”. Todo depende de ti mismo. Piensa: “yo puedo”. Ante un gran reto di “por el momento” …

Según su filosofía de vida, “la mente pobre cree en no poder cambiar a mejor”. Se queda anclada en el pasado. No ve una salida positiva. Antepone el “no es posible” a su vida. No le gusta ser activo. No asume retos. Tiene envidia a los que tienen éxito. Les gusta jugar a la lotería. No asumen su responsabilidad personal.

Siendo consejero delegado de Alibaba, Jack va apartándose del gigante digital y se dedica a pintar, a ser productor de cine o se disfraza para acudir a eventos. También sus opiniones son más seguidas por los medios de comunicación y algunas de ellas son consideradas controvertidas... cuando no comprometedoras.

Con el tiempo, Jack Ma se convirtió en leyenda. Era el hombre que había cambiado el uso de la tecnología digital en China. Dirigía un imperio con empresas tan potentes como Ant, Paypal, Alibaba… Los Jefes de Estado pedían reunirse con él cuando viajaban a China en visitas oficiales.


La caída en desgracia del héroe


Sus comparecencias, conferencias y opiniones públicas sobre lo ocurrido en Tiananmen, la industria del cine o la piratería industrial y tecnológica fueron seguidas con mayor atención por el público en general y… por los propios miembros del Partido Comunista de China.

Ese desencuentro -entre su imagen como hombre de relaciones públicas en geopolítica y quienes deseaban mantener el control sobre los líderes industriales multimillonarios y del desarrollo económico y social del país- desembocó en una seria crisis de valores, que recuerda a la que tuvo lugar en la Federación de Rusia dos décadas antes. Tras la caída de Boris Yeltsin hubo un enfrentamiento entre Putin y los llamados silovikis en contra de los poderosos magnates de la aristocracia financiera rusa. El conflicto se resolvió a favor de un grupo de políticos de máxima confianza del presidente en torno a la seguridad pública. Sin darse apenas cuenta, el máximo gerente de un imperio de las telecomunicaciones no vio sus líneas rojas y las traspasó.

Obviamente, los asombrosos cambios tecnológicos en el mundo de la telecomunicación estaban dando paso a un cambio social revolucionario. Jack Ma había acudido a Davos en 2001, 2008, 2015 y había bautizado a su gran empresa de comercio electrónico con el nombre de Alibaba, bajo la idea de “¡Ábrete Sésamo!”.

Su colosal conglomerado estaba efectuando por internet en torno a 60 millones de transacciones al día, mas los bancos no le daban apoyo, pues no en balde Alipay contaba con 800 millones de usuarios y sus eficaces métodos de pago –entre dos partes que ni siquiera se conocían- no les resultaba coherente… aunque sí altamente competitivo y gravoso respecto a la tradicional industria financiera.


El Grupo Alibaba se convierte en el centro de una investigación antitrust


En 2015 los empleados de su emporio se repartían al 50% entre hombres y mujeres. El 37% de los mandos intermedios eran mujeres y el 24% de ellas copaban cargos de alta dirección.

Tanto los poderosos políticos como los financieros más influyentes empezaron a hablar mal de él como un “capitalista desalmado”, “un fantasma chupasangre”, “un villano”. Su fama como embajador de la marca “Made in China” empezó a declinar. Los presagios que ya se vislumbraban empezaron a asomarse en el horizonte: “si te enfrentas al sector financiero, puedes acabar encarcelado” … o… “no debes de traspasar las líneas rojas de los políticos”.

En Shanghái da en 2020 una conferencia ante los gigantes del comercio electrónico, los reguladores bancarios y algunos miembros del Partido Comunista de China. Lo ocurrido en este evento fue el detonante de que se iniciara una investigación antitrust contra el grupo del magnate chino y de que fuese apartado como el principal ejecutivo del grupo financiero Ant, filial de Alibaba.

Jack disponía de demasiados datos y se había convertido en un peligro para el Estado, al tener amplia información de prácticamente toda la población china.



Ant representaba el mayor mercado monetario del mundo y los reguladores del Banco Popular de China y de diversos ministerios, entre otros Hacienda, intervinieron para frenar y acotar al grupo Ant con nuevas reglas relativas a la solvencia en las operaciones financieras, similares a las aplicables a otros bancos comerciales y estatales.

La política antitrust debía de extenderse no solo a los asuntos financieros de firmas como Alibaba o Ant, sino también al campo del sector de la telecomunicación y de la información, a entidades tales como Tencent (multinacional con sede en Shenzhen con diversas líneas de negocio, como música, películas y entretenimiento). Aparte de las cuestiones de solvencia y seguridad, había que deshacerse de los excesivos controles del emporio de Jack Ma sobre otros sectores estratégicos de la economía china.

En noviembre de 2020 Ant Group iba a lanzar en las bolsas de Hong Kong y Shanghái la mayor OPA (oferta pública de acciones) de la historia, por valor de 34.500 millones de dólares. En esos momentos, Ant Group estaba valorado en 313.370 millones de dólares. La OPA fue suspendida por razones diversas, tales como el asegurar la protección financiera al consumidor, la regulación de los métodos de pago y la normativa asociada a acabar con el lavado del dinero.

Dada su posición cuasi monopolística, Alibaba fue multada por las autoridades chinas en abril de 2021 con 2.800 millones dólares por “sofocar a la competencia” utilizando sus herramientas de datos y algoritmos para mejorar su posición en el mercado.

Además, la nueva e inesperada regulación de los micro préstamos online por parte del Banco Popular de China, con el fin de “prevenir riesgos financieros sistémicos”, dieron al traste con la OPA. De esta forma la élite financiera china derrocaba al intocable héroe de Hangzhou, quien les había acusado de operar como una “casa de empeños”. Según parece, el propio Xi Jinping ordenó paralizar la primera salida a bolsa de esa empresa privada, filial de Alibaba.

A finales de octubre de 2021 Jack Ma desapareció y cayó sobre él un silencio mediático. Su sueño de pasar por encima del sistema bancario y de sus reguladores se desvanecía. Aún así, sigue viva, sin embargo, la batalla de los pagos electrónicos con divisas digitales. Más en lontananza se vislumbra un conflicto mucho más amplio y profundo, entre los innovadores tecnológicos y la clase política.

Ma reapareció en su ciudad natal en marzo de 2023, año y medio más tarde. Desde entonces se le ha visto en Tokio, Tailandia, Melbourne y hasta en las islas Baleares… Quizás este hecho sea una señal de reconciliación entre él y sus detractores.

En 2020 Alibaba tenía registrados 960 millones de usuarios, de los cuales 180 millones eran clientes extranjeros. En ese año la empresa ingresaba 72.000 millones de dólares, alcanzaba un beneficio de 23.530 millones de dólares, el consorcio tenía 18 filiales y daba trabajo a cerca de 120.000 empleados.

Hoy el número de usuarios de Alibaba supera los 1.000 millones y el Estado ha dejado claro que desea controlar a las grandes tecnológicas. Están en juego el liderazgo tecnológico mundial y un posible mayor desarrollo de las libertades sociales.

*

El multimillonario Jack Ma es un defensor abierto de la cultura del trabajo extremo de China, afirmó en la Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial (IA) celebrada en este mes de julio en Shanghái, que esperaba que las personas puedan trabajar solo 12 horas a la semana con los beneficios de la inteligencia artificial. El cofundador de Alibaba sostuvo que la gente podrá trabajar cuatro horas durante tres días a la semana, con la ayuda de los avances tecnológicos y una reforma en los sistemas educativos.... Mas de momento se le considera a Jack Ma como el impulsor del esquema laboral 996, el cual propugna trabajar de 9 de la mañana a 9 de la noche 6 días a la semana. Está claro que Jack y otros empresarios chinos ven en ese sistema laboral el ímpetu necesario para que la R.P. de China alcance la hegemonía mundial y queden en la cuneta “los haraganes” del país, los cuales aumentan en número a medida que crece el bienestar económico nacional.



*Nota: Las ideas contenidas en las publicaciones de Cátedra China o de terceros son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento de esta Asociación.

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