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Gaza y la posición de China

Actualizado: 16 ene

Por Manuel Fernández Gómez*


Publicado el 20/11/2023



¿Qué está pasando en la Franja de Gaza, en Cisjordania, en Israel, en las últimas

 semanas?




 

Fue terrible el ataque que perpetró la organización Hamás en territorio israelí el 7 de octubre de este año. Es terrible el ataque que en respuesta, está perpetrando Israel en la Franja de Gaza.

 

Diferentes actores, han expuesto su visión sobre el conflicto actual y las crisis humanas y humanitarias que lo acompañan.  Entre ellos la República Popular China, de su posición hablaremos más adelante.

Para las autoridades israelíes, se trata de una acción de guerra anti-terrorista, con el objetivo declarado de acabar con Hamas. Sin que esté claro por el momento, como pretende que sea el futuro de Gaza, ni la forma de articularlo, salvo, la pretensión expresa de mantener la seguridad de la Franja en manos israelíes.

Las autoridades de USA, apoyan incondicionalmente a Israel en su acción, con despliegue militar propio incluido, si bien matizan, sobre medidas humanitarias aplicables y se muestra disconforme con una posible ocupación territorial de Gaza.

La Unión Europea, a través de sus diversos órganos de gobierno, expresa su apoyo a la acción militar de Israel sin fisuras, recomendando simultáneamente, que en esta acción militar, se respeten las normas del Derecho Internacional Humanitario y se proteja a la población gazatí.

Para Israel, USA y UE, la responsabilidad principal de lo que está ocurriendo, es de Hamás, no se menciona a otras organizaciones. Califican a Hamás como organización terrorista. Y justifican plenamente la intervención militar en Gaza, con algunos matices. Sin referencia a la ocupación desde 1967.

Las declaraciones del Secretario General de la ONU, intentando explicar algunas causas de la violencia desencadenada, relacionadas con la ocupación de los territorios desde 1967, provocaron la ira de las autoridades israelíes, seguida del silencio de las autoridades de USA y UE.

Algunos otros líderes de gobierno y no pocas opiniones públicas en el mundo, consideran a Hamás, como movimiento de liberación nacional, aunque no respalden sus acciones terroristas. Y otros justifican todo, también sus acciones terroristas.

 

Una perspectiva imprescindible para percibir el conflicto actual, la determina el universalmente aceptado Derecho Internacional Humanitario, plenamente aplicable en el caso que contemplamos. Es de aplicación, tanto por y para el ejército de Israel, como por y para los combatientes irregulares palestinos, y desde luego, para la población civil, israelí y palestina tanto en Cisjordania (Jerusalén Este incluido) como en Gaza.

El estado de Israel, al menos desde 1967, mantiene una posición restrictiva, en la aplicación del DIH. De hecho no ha ratificado algunos de sus tratados importantes, pero sí los suficientes para estar obligado en determinados aspectos fundamentales. Lo mismo en cuanto obligaciones podemos decir de los combatientes irregulares palestinos, como tales, aunque no formen por el momento parte de ningún estado plenamente reconocido. La definición de un estado o de una organización como terrorista, no se contempla en el DIH. Sí se contempla y prohíben en cambio los actos de terror, en el contexto de conflicto armado. Por tanto, no sería correcto calificar como terrorista a un estado, por cometer actos de terror, ni a una fuerza armada irregular, hablando siempre, en el marco de un conflicto armado y a la luz del DIH.

 

Hace tiempo, desde los acuerdos de paz de Oslo de 1993, entre Israel y la OLP, la Comunidad Internacional se ha pronunciado reiteradamente, en favor de la solución de ¨dos estados¨, como la mejor para resolver el conflicto árabe-israelí y el israelí-palestino. Esa solución, inicialmente aceptada por Israel y la Autoridad Nacional Palestina, fue cuestionada con el paso del tiempo, tanto desde Israel como desde los territorios ocupados palestinos. Actualmente parece que ha vuelto a ponerse de moda, o al menos sobre la mesa, por numerosos actores internacionales, como ONU, USA, UE y muchos otros, incluida la República Popular China. El gobierno español, también se ha manifestado recientemente en el mismo sentido. La posición de China coincide con la de otros actores en la solución de ¨dos estados¨, si bien introduce algún matiz importante.

 

El conflicto árabe israelí, se desencadenó en 1948, tras el nacimiento del estado de Israel. Después de cuatro guerras entre Israel y diversos estados árabes, se consolidó una realidad territorial, parecida a la actual. Desde 1967, la guerra de los seis días, Israel ocupó Cisjordania, Gaza y los Altos del Golán. Ocupación que se mantiene en la actualidad, con avatares diversos, entre los que se pueden destacar, la anexión unilateral de Jerusalén Este y el asentamiento de población judía israelí en los territorios ocupados.

El aislamiento de la Franja de Gaza por tierra (muro electrificado) mar (control de sus aguas) y aire (su espacio aéreo), seguido de la llamada “desconexión” de Gaza y la construcción del muro divisorio en Cisjordania.

La evolución política de Israel desplazó a las fuerzas partidarias del entendimiento con los palestinos, por otras, reacias a ello. Por parte israelí, los acuerdos de Oslo se fueron convirtiendo en papel mojado. Simultáneamente en los territorios palestinos ocupados, la Autoridad Nacional Palestina, fue cada vez más cuestionada, entre otros por Hamás, que tras ganar las elecciones en Gaza en el 2006 se convirtió en su gobierno. Las muertes de Isaac Rabin en 1995 y de Yasser Arafat en el 2004 marcaron una nueva etapa en las relaciones israelí palestinas. No todos, pero muchos de los estados árabes o musulmanes normalizaron relaciones diplomáticas con Israel.

 

La República Popular China, en su estrategia global de promover acuerdos, buscar un futuro compartido para la humanidad, y en general favorecer la paz y gobernanza mundial, sin duda tiene sus ojos puestos en Oriente Medio. De hecho en junio de este año, el Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, fue recibido en China con honores de Jefe de Estado. China había reconocido bien pronto a la OLP y posteriormente a Palestina como estado observador, declarado como tal por la Asamblea General de la ONU en 2012.

Recientemente, la diplomacia china, ha intermediado exitosamente entre Irán y Arabia Saudí, propiciando el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos. Ya se nota cierta distensión, por ejemplo en el largo y sangriento conflicto en Yemen.

La solución de “dos estados”, uno Palestino junto a Israel, tiene en la concepción expresada por el Ministerio chino de Asuntos exteriores, un matiz importante. Jerusalén Este ha de ser la capital del Estado Palestino, de conformidad con las numerosas Resoluciones de la Asamblea General de la ONU, emitidas a partir de 1967.

Este conflicto que amenaza con el exterminio y desplazamiento masivo de la población gazatí, se ha cobrado a día de hoy, 12.500 muertos en Gaza, 400 en Cisjordania y 1400 en Israel así como un número elevado e indeterminado de heridos y desaparecidos, y la destrucción de innumerables viviendas e infraestructuras en Gaza.


Esperemos que los esfuerzos diplomáticos internacionales, incluidos los de la República Popular China, den frutos y consigan detener esta locura.




*Nota: Las ideas contenidas en las  publicaciones de Cátedra China o de terceros son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento de esta Asociación.

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