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Comentario a un artículo de THE ECONOMIST. ‘An influx of Chinese cars is terrifying the West. But it should keep its markets open to cheap, clean vehicles’


Por María José Masnou*, Dra. en Arquitectura y Medioambiente. Coordinadora de la Sección sobre Desarrollo Sostenible y Emergencia Climática de Cátedra China.



Publicado el 22/02/2024



Coches BYD. Fuente: BYD.COM

 

En un escenario global marcado por la intensificación de la competencia en el sector automotriz, la ascensión vertiginosa de la industria automotriz china plantea tanto oportunidades como desafíos para el mundo occidental. Desde la entrada de China al sistema de comercio mundial en 2001, su impacto ha sido evidente, siendo acusada de desencadenar desindustrialización y pérdida de empleo en países como Estados Unidos. Este fenómeno se ha intensificado con la implementación del programa "Hecho en China" desde 2014, caracterizado por notables subvenciones y apoyos financieros a los fabricantes de automóviles chinos. La situación actual, donde China supera a Japón como el mayor exportador de automóviles y marcas como BYD o Polestar, desafían a gigantes como Tesla, genera inquietudes entre los políticos occidentales. La tentación de recurrir a medidas proteccionistas, como el aumento de aranceles, se ha convertido en una realidad, destacándose investigaciones de la Comisión Europea y consideraciones por parte del presidente Joe Biden.

 Sin embargo, este artículo argumenta que temer la "avalancha china" en el mercado automotriz podría ser un enfoque equivocado. Más bien, deberíamos examinar los éxitos de los automóviles chinos como oportunidades, considerando las ganancias potenciales de una oferta abundante de vehículos asequibles y ecológicos. En medio de la incertidumbre geopolítica y las tensiones comerciales, es esencial evaluar de manera equilibrada cómo la industria automotriz global se verá transformada, independientemente de la competencia china.


Vehículo BYD de carga eléctrica. Fuente: BYD.COM

 

Podemos destacar los siguientes puntos del contenido:

 

1. Crecimiento Exponencial de la Industria Automotriz China:

En los últimos cinco años, China ha experimentado un notable aumento en la exportación de automóviles, superando a Japón como el mayor exportador mundial.

Datos recientes indican que China planea exportar más de 5 millones de coches en 2023, destacando el rápido ascenso del sector automotriz chino.

 

2. Éxito de los Vehículos Eléctricos Chinos:

Los fabricantes de automóviles chinos, especialmente BYD, han logrado un auge impresionante en la venta de vehículos eléctricos.

China podría duplicar su cuota del mercado mundial de vehículos eléctricos para 2030, desafiando el dominio de los fabricantes occidentales, especialmente en Europa.

 

3. Políticas de Subvenciones y Posible Proteccionismo:

China ha proporcionado subvenciones directas a los fabricantes de automóviles como parte de su estrategia para ganar cuota de mercado global. Estas subvenciones incluyen préstamos a bajo precio, inyecciones de capital, y apoyo financiero para la investigación y desarrollo de tecnologías automotrices avanzadas.

Las subvenciones también se han extendido a los consumidores, estimulando la demanda interna de vehículos eléctricos y consolidando la posición de China como líder en esta categoría.

Existe la tentación, por parte de los políticos occidentales de proteger a sus fabricantes mediante el aumento de aranceles y medidas similares debido a la producción china respaldada por el Estado.

 

4. Beneficios Económicos y Ambientales:

A pesar de los posibles desafíos, permitir la importación de coches chinos podría tener beneficios económicos sustanciales, como coches más asequibles y de mejor calidad.

La transición hacia vehículos eléctricos más baratos podría facilitar la adopción masiva y acelerar la reducción de emisiones.

 

5. Riesgos y Contrapesos:

Aunque existen preocupaciones sobre la dependencia de China para las baterías y la seguridad nacional, el texto argumenta que la competencia puede impulsar la innovación y beneficios a largo plazo.

La lección histórica de la competencia con fabricantes japoneses y surcoreanos en la década de 1980 respalda la idea de que la competencia puede ser beneficiosa para la industria local.

 

6. Enfoque en el Comercio y Competencia Amplia:

El llamado es a contener instintos proteccionistas y dar la bienvenida a la competencia china en lugar de temer una desindustrialización.

Se destaca la posibilidad de que una fuerte cuota de mercado para los fabricantes de automóviles chinos estimule una competencia más amplia y beneficie a los consumidores mundiales.

En resumen, el artículo aboga por ver el ascenso de la industria automotriz china como una oportunidad, resaltando los beneficios económicos y medioambientales, y sugiere que las preocupaciones sobre la competencia y las subvenciones chinas deben abordarse de manera equilibrada.

 

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